domingo, 26 de febrero de 2012


"Recuerdo estar tirado sobre la cama durante horas mirándonos y no tuve ninguna duda de que era mi hermano",


Nicolas Cage miraba a su gato y veía en él a un hermano, un familiar, un símbolo chamánico que le guiaría a otro estado de conciencia. 


"Tenía una bolsa llena de setas en mi heladera. Mi gato solía entrar y comerlas a escondidas. El gato los devoraba, así que pensé: ’¡qué demonios!, mejor me los como con él’".


El camino de la iluminación pasa por mirar a tu mascota y flipar con ella. Abrir la mente a otros mundos más gatunos que el nuestro. Dimensiones peludas de inagotable conocimiento arcano. Hermano, atúsate los bigotes y déjame escuchar tu maullante sabiduría.